Escapada de la hembra

Buenas,

   Os cuento la historia que me pasó el finde pasado: hace un mes que tengo a mi pareja (Sirius y Vega) en su nuevo alojamiento. Este es una jaula mucho más grande que tengo colgada en el balcón, y están en la gloria, ya que tienen solo un poco de sol por la mañana y ven a un patio interior con árboles y una piscina comunal (donde hay gorriones que los visitan de tanto en cuanto). Viene con 6 comederos, pero como no utilizaba todos les puse solo los llenos




   El caso es que estaba limpiando el fondo y la hembra se las arregló para colarse por uno de esos agujeros. No vuela demasiado, pero se salió por él y por encima de la barandilla del balcón y acabó en el árbol de enfrente. Estaba anocheciendo, y como no había forma de alcanzarla, la dejé, y ella intentó volver sola (el macho piaba desesperado), pero como no vuela bien solo llegó al primer piso y luego volvió a los árboles y se quedó dentro toda la noche. 

   Obviamente estabamos muy preocupados. Yo sabía que no saldría del patio interior (esta cerrado), pero no podía acceder a ella (aunque la oía). En cuanto anocheció se quedo en silencio (aunque el macho estaba desesperado, y miraba cada poco en el nido y por la jaula a ver si la veía). Bajé varias veces, ya que en esta situación los pájaros escapados sienten sed e intentan beber de la piscina, donde se suelen ahogar, pero no la vi. Pasamos todos una mala noche e incluso dejé la luz del balcón encendida, pero creo que no ven bien en la oscuridad, así que no salió y se debió quedar en su escondrijo.

   En fin, estos pájaros no saben vivir en libertad, y sin agua ni comida apenas duran 24 horas (si no se los come un gato u otro bicho), así que estuve atento a la mañana siguiente. La oía piar y volaba entre los árboles, pero no sabía llegar a la jaula del balcón (donde el macho piaba desesperado). Al final la vencí por hambre: vi que se había posado en una verja y piaba lastimera. Estaba tan cansada que cuando bajé a por ella no hizo ademán de volar y se posó en el dedo (los tengo amaestrados para que lo hagan, pero la noche anterior no lo hubiese logrado y hubiese volado a otro árbol. Tal era su estado de cansancio e inanición que hastaa cerraba los ojos mientras la tenía en el puño y la subía a casa.

   En cuanto la metí en la jaula se lanzó como posesa al agua, luego comió algo de la mezcla y se metió en el nido, a pesar de que el macho estaba todo alboratado piando sin parar (y estuvo dentro hasta la cena). Al final todo ha acabado bien y la pude recuperar, pero me hizo gracia que me permitiese acercarme y se posase en el dedo, mientras que otros vecinos que la habían visto bajar de los árboles me contaban que volaba asustada en cuanto se acercaban: un momento que recompensa muchos ratos dedicados a ellos.

   La moraleja es que hay que tapar esos agujeros, y que estos pájaros no pueden sobrevivir fuera. La mía intentaba volver al escuchar a su pareja, pero no era capaz de volar hasta él y acabó pidiendo que la fuese a buscar (pude reconocer el cambio de llamada, que pasó de la típica de "estoy aquí" a la de "tengo problemas" lastimero e insistente). También ayuda que yo los saco por casa y están acostumbrados a ponerse en el dedo y a estar cerca de nosotros. No duró ni 18h fuera de la jaula, y si no llega a ser sábado y hubiese tenido que ir a trabajar lo más probable es que se la hubiese comido algo o que se hubiese dejado atrapar por cualquier vecino. De hecho, así tuve a mi primera diamante a los 12 años (eso es otra historia), pero esta vez he conseguido recuperarla.

   Y por último, un detalle curioso. Cuando no pudo más y se cansó de su libertad, bajo al suelo y se puso en medio de una verja, como si ansiase volver a la seguridad de una jaula. Es el eterno dilema: puedes anhelar la libertad toda tu vida, pero una vez obtenida te das cuenta de que no es oro todo lo que parece y que no es lo que habías esperado: ella al final deseó volver a las antiguas cadenas y espacio chiquitín a cambio la compañía de su pareja y a comodidades materiales. Creo que esto se puede aplicar a muchas personas e incluso a sociedades enteras.

Vaya historia! Gracias por compartirla! Me alegro mucho de que todo haya acabado bien...

no sabes lo que me alegro, un mal rato que ya ha pasado, yo creo tambien que estos pajarillos prefieren su jaula a estar en libertad lo noto en los mios cuando los saco estan locos por volver a su casita, saludos:lol:  

aayy  Casi lloro leyendo esta historia. Si eres como yo me imagino que no dormirias bien pensando si ella estaria bien! Si supieras, yo salgo de mi casa y en muchas ocasiones me encuentro pensando si ellos estaran bien o que estaran haciendo jijiji...

Gracias por los comentarios, os aseguro que pasamos un mal rato y bajamos muchas veces a la piscina esa noche y la mañana siguiente. Es bastante agobiante oír al animal llamar pero no poder hacer nada por ayudarle (y saber de que tiene mucho peligro de acabar mal entre gatos y unos pequeños halcones urbanos que hay en Mallorca), sobretodo cuando fue por un fallo de diseño de la jaula que no supe ver a tiempo. Anda que no me hubiese sentido culpable.

Creo que al final nuestras mascotas están demasiado domesticadas y siempre quieren volver. En la casa anterior tenían una jaula demasiado pequeña, pero aún así volaban un rato fuera por el salón y luego se metían solos (casi nunca duraban fuera una hora), y eso que tenían agua y comida en su estante. La hembra estuvo en las ramas del árbol diez minutos antes de intentar volver al balcón

En fin, si alguna vez se os escapan siempre es posible que vuelvan al redil, aunque a mi me ayudó lo del patio interior. Y está claro que necesitan agua a diario, por eso es tan importante cambiar la del bebedero regularmente.

Por cierto, estoy admirado de que hayáis leído el tocho que me salió! Me alegro de que la historia haya sido interesante, aunque en primera persona fue bastante angustiosa. Os dejo unas fotos de la jaula después, y de la "protagonista" del thriller con su pareja.